martes, 18 de octubre de 2011

Un poco de teoría: Profundidad de color

En esta entrada vamos a tratar de explicar de manera sencilla en qué consiste la profundidad de color, qué es, como se puede controlar, modificar, etc.



Cada uno de los píxeles que forman una imagen tiene asignado un valor tonal, (blanco, negro, tono de gris o tono de color). La capacidad de un pixel de reproducir distintos valores tonales o colores, es decir, la cantidad de colores que un pixel es capaz de reproducir, viene dada por una cualidad llamada "profundidad de color", asignada al pixel y al archivo de imagen en general. La profundidad de color se mide en "bits".
Por cada bit de profundidad tenemos dos posibles valores; 0 o 1.
Una imagen digital con 1 bit de profundidad de color solo podrá representar blanco o negro en los píxeles que la forman. Es lo usual en las imágenes monocromas.
Para las imágenes en escala de grises y las imágenes en color, la profundidad de color más usual es la de 8 bits por canal.
En una imagen en escala de grises, con 8 bits de profundidad de color dispondremos de hasta 256 tonos de grises:

En una imagen de color, el número de colores posibles se amplia considerablemente debido a que disponemos de más canales. Si la imagen está en el modo de color RGB, la profundidad de color será de 8x3=24 bits, 8 bits por canal (Red+Green+Blue).

A esta cantidad de colores posibles se la llama "color real" y corresponde al umbral del número máximo de colores que el ojo humano es capaz de percibir.

Al modo de color CMYK no podemos aplicarle el mismo criterio de cuantificación de color en base a los bits totales de que se dispone. En este modo de color compuesto por cuatro canales, aunque en teoría tenemos más combinaciones de colores posibles, existe la limitación impuesta por las características que la creación de colores de este sistema nos presenta, es decir, el modo de color CMYK representa los colores reproducibles en este sistema de color "sustractivo" (basado en pigmentos y no en luz) que depende directamente de la capacidad para representar colores (gamut) del dispositivo de salida (impresora), que es bastante más pequeño que el gamut del modo RGB.

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